La sociedad tiene que aceptar que no todos pueden ser iguales

Alberto Einstein

El trastorno del espectro del autismo (TEA) es una condición de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. Acompaña a la persona a lo largo de su vida y afecta, fundamentalmente, a dos áreas del funcionamiento personal:
la comunicación e interacción social, y la flexibilidad del comportamiento y del pensamiento. (Confederación de Autismo de España)

El TEA es considerada una condición genética, la que hasta la actualidad no ha podido ser identificado con un único gen, de acuerdo a los especialistas podría involucrar a un centenar de genes que pudieran estar comprometidos en este tipo de trastorno, además de considerar otros factores ambientales como las particulares características de los padres o algún tipo de situaciones de eventos adversos perinatales (prematuridad, parto distócico, sufrimiento fetal, etc.)

Este síndrome tiene una serie de condiciones que establece rasgos particulares, entre ellas están las características nucleares como la dificultad en la comunicación social, intereses restringidos y repetitivos que en ocasiones aparece asociadas a otras condiciones ( trastornos del lenguaje, entre otros); la variabilidad, es decir no existen dos personas con este trastorno que sean iguales y esto ha desconcertado, en cierta manera, a los especialistas ya que comparten un mismo diagnóstico, además de no tener asociado ningún rasgo corporal, como es el caso de otros síndromes, ya que solo se revela a en las competencias cognitivas y comportamiento de los individuos.

Este trastorno es una situación que acompaña a las personas toda su existencia, variando de acuerdo al soporte social que se tenga, las actividades y experiencias en su vida y al ciclo vital que está transitando.

La Universidad Adventista de Chile, imparte la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial y a través de esta conmemoró este 2 de abril el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo, con una serie de actividades en las cuales participaron docentes, estudiantes y la comunidad universitaria en general, los que se reunieron en el gimnasio institucional, donde junto a niños y adolescentes que presentan este síndrome, compartieron actividades deportivas, artísticas y recreativas.

El objetivo es visibilizar a estas personas que forman parte nuestra vida diaria y   por medio de estas acciones el respeto, conciencia y comprensión pública sobre el TEA, como una condición neurodivergente que afecta a muchas personas de nuestro entorno inmediato.

De acuerdo a la Encuesta de Discapacidad y Dependencia (ENDIDE) realizada en Chile en el año 2022, estimó que existen mas de 44.000 personas adultas (mayores de 18 años) con este síndrome, de las cuales el 50% aproximadamente tienen este trastorno asociado con otro tipo de discapacidad, además de los niños y adolescentes diagnosticados que suman, aproximadamente, 18.000.

La OMS ha establecido que 1 de cada 160 niños (0.625%) en el mundo tienen TEA.

Nuestra responsabilidad como casa de estudios de educación superior es superar obstáculos, romper barreras y eliminar mitos que se han construido en torno a las personas con TEA, ayudando a generar más oportunidades en el ámbito social y laboral, desarrollando entornos inclusivos y acogedores para todos.