Entre el 4 y el 7 de septiembre, una delegación de la Universidad Adventista de Chile, conformada por la directora de la biblioteca Valentina Wevar Jarpa y responsable del Centro de Recursos Creacionistas, Mariela Crespo González; el docente de la carrera de pedagogía en Historia y director del Museo UNACH, César Arriagada Campos; y el estudiante de Teología Sebastián Cofré Zuloaga, tuvo el honor de representar a la institución en el V Congreso de Fe y Ciencia, que se llevó a cabo en la vibrante ciudad de Cochabamba, Bolivia.
Este congreso es un evento relevante que reúne a académicos, investigadores y estudiantes de diversas disciplinas que exploran la intersección entre la fe y la ciencia, promoviendo un diálogo enriquecedor sobre conceptos creacionistas y su relación con el conocimiento científico. Durante el evento, la delegación de la Universidad participó en múltiples ponencias científicas, donde se presentaron investigaciones de vanguardia en el campo, abarcando temas que van desde paleontología hasta la teología de la creación. Estas presentaciones no solo sirvieron para compartir conocimientos, sino también para fomentar el intercambio de ideas entre profesionales de distintas áreas y países.


Además, esta experiencia les permitió establecer valiosas redes de colaboración con otras instituciones creacionistas de Sudamérica y generar vínculos con destacados representantes del Geoscience Research Institute de Loma Linda, California, EE. UU. Esta conexión es esencial para fortalecer la cooperación en investigaciones futuras y en la difusión de un enfoque que une la ciencia y la fe.
Una de las actividades más emocionantes del Congreso fueron las salidas a terreno, en las que los participantes realizaron trabajos de prospección paleontológica en la localidad de Torotoro. Este lugar es reconocido mundialmente por ser un yacimiento de gran importancia, albergando el mayor número de huellas de dinosaurios que se ha descubierto hasta la fecha. Los asistentes pudieron observar de primera mano las fascinantes evidencias de la historia de la vida en la Tierra y participar en actividades guiadas por profesionales, enriqueciendo su comprensión del tema.

Al final del congreso, tanto los asistentes como los organizadores expresaron su satisfacción por el éxito del evento. Se destacó el alto nivel académico de las presentaciones científicas y teológicas, así como el compromiso de los participantes con la búsqueda de conocimiento y la promoción de una cosmovisión que integre fe y ciencia. Este tipo de encuentros refuerza la importancia de continuar con el diálogo y la investigación en estos campos, contribuyendo al crecimiento académico y espiritual de los individuos y las instituciones involucradas.