En el marco de la Semana de la Neurodivergencia, la carrera de Educación Parvularia de la Universidad Adventista de Chile (UNACH) realizó una intervención visual para concientizar sobre la importancia de formar profesionales preparados para trabajar con la diversidad cognitiva y emocional en las aulas.


La actividad buscó reflexionar sobre el rol clave de los educadores en la creación de entornos inclusivos, donde las diferencias no sean barreras, sino oportunidades para el crecimiento y desarrollo positivo de la sociedad. Estudiantes y docentes utilizaron recursos visuales, como infografías, juegos y representaciones artísticas, para plasmar cómo la neurodivergencia (condiciones como el autismo, TDAH, dislexia, entre otras) enriquece los procesos de aprendizaje.
“Nuestra universidad está comprometida con una formación docente que integre herramientas pedagógicas, emocionales y sociales para atender a todos los niños y niñas, valorando sus diferencias”, destacó, la Coordinadora de Prácticas de la carrera, Sra. María René Vargas Villanueva. Agregó que, en un mundo cada vez más diverso, los futuros educadores deben ser agentes de inclusión, capaces de adaptar sus metodologías y promover la aceptación desde la primera infancia.


La Universidad Adventista de Chile demuestra su liderazgo en la formación de profesionales conscientes y comprometidos con los cambios sociales, incorporando la neurodivergencia como un pilar fundamental en la educación. Al impulsar estas iniciativas, la UNACH no solo responde a las demandas actuales, sino que anticipa los desafíos del futuro, construyendo una sociedad donde la inclusión sea una realidad y no solo un ideal.


Esta visión se alinea con su misión institucional de formar personas íntegras, capaces de transformar su entorno con sensibilidad y conocimiento, reconociendo que cada individuo aporta una perspectiva única al mundo. La neurodivergencia, lejos de ser un obstáculo, es una fuente de riqueza para el aprendizaje y la convivencia humana.