La presentación del libro «Pedagogía Adventista» en la Universidad Adventista de Chile marcó un punto en la reflexión sobre una educación que trasciende lo académico para abrazar lo espiritual, lo ético y lo humano.
El evento, que congregó a autoridades educativas, docentes y miembros de la comunidad universitaria, destacó la importancia de esta obra como un pilar para la formación docente en el marco de una educación centrada en Cristo. El vicerrector académico, Erwin Jerez, enfatizó que el libro no solo es un texto teórico, sino una guía práctica para educadores, padres y estudiantes, con principios pedagógicos de alto nivel aplicables desde la educación preescolar hasta la universitaria.
Uno de los enfoques centrales de la pedagogía adventista es su visión holística, que busca el desarrollo armónico de las facultades físicas, mentales, sociales y espirituales de los estudiantes. Como señaló el profesor Jorge Iturra, representante de la Unión Chilena, la educación adventista se inspira en el diseño original de Dios, donde el jardín del Edén era el aula y el Creador el maestro. Este modelo, arraigado en la Biblia, promueve una formación que prepara para la vida terrenal y la eternidad.


El libro también subraya la importancia del servicio y la misión, animando a los estudiantes a utilizar sus talentos para impactar positivamente en sus comunidades. Además, destaca principios pedagógicos como el reconocimiento del valor inherente de cada alumno, el desarrollo del carácter basado en virtudes cristianas y el fomento del pensamiento crítico e independiente. La salud física y el bienestar son igualmente prioritarios, reflejándose en hábitos de vida saludables y entornos educativos que promueven la armonía con la naturaleza.
Un aspecto especialmente desafiante es el rol del educador como modelo a seguir. Los docentes no solo transmiten conocimientos, sino que encarnan principios éticos y espirituales, inspirando a sus estudiantes a crecer como personas íntegras. «Qué importante es lograr que nuestros estudiantes digan: Me gustaría ser como él o como ella«, reflexionó el vicerrector Jerez.


La ceremonia incluyó la lectura de fragmentos del libro, donde se resaltó la creencia en Dios como creador y sustentador del universo, base de la cosmovisión adventista. Este enfoque, junto con la integración de la ciencia y la fe, busca formar individuos capaces de vincular el conocimiento con su propósito divino.


En un mundo donde la educación suele reducirse a resultados académicos, la pedagogía adventista ofrece una alternativa profunda y transformadora. Como concluyó el profesor Jorge Iturra, «hacemos educación con miras a la eternidad», recordando que cada estudiante es un hijo de Dios con un potencial infinito. Este libro, sin duda, será una brújula para quienes buscan una educación con significado y propósito.