El programa de acompañamiento estudiantil organizó un encuentro en la cafetería Casa Chocolata, donde participantes fortalecieron lazos a través del diálogo y experiencias compartidas.
En el marco del Programa Familias Anfitrionas de la Universidad Adventista de Chile, se vivió una especial jornada de integración que reunió a familias voluntarias con los estudiantes que reciben su acompañamiento. La cita tuvo lugar en la acogedora cafetería Casa Chocolata, donde el ambiente se llenó de risas, conversaciones y anécdotas que tejieron momentos de genuina fraternidad.
Durante el encuentro, se desarrollaron dinámicas especialmente diseñadas para fomentar el diálogo y la integración. Estas actividades permitieron a los participantes conocerse en profundidad, fortalecer sus vínculos e intercambiar experiencias de vida. El clima que predominó fue el de calidez humana, donde cada persona se sintió valorada como parte de esta gran familia universitaria que trasciende los lazos biológicos.
El cierre de la actividad estuvo marcado por un emotivo momento de reflexión donde tanto las Familias Anfitrionas como los estudiantes compartieron sus impresiones sobre la experiencia. Las palabras estuvieron cargadas de gratitud y esperanza, destacando el valor del acompañamiento mutuo y la riqueza que surge al reconocerse en las diferencias y similitudes. Muchos expresaron sentirse verdaderamente bendecidos por pertenecer a esta red de apoyo.
Para las familias vinculadas con la Universidad Adventista de Chile, estas actividades representan una oportunidad única de extender su vocación de servicio más allá de sus hogares, creciendo como comunidad educativa que se preocupa por el bienestar integral de quienes llegan desde diferentes lugares. Esta interacción enriquece la vida universitaria al crear un entorno familiar que mitiga la distancia del hogar original y fortalece los valores institucionales mediante acciones concretas de acogida.
La trabajadora social María Eloísa Carlos Aravena, coordinadora del programa, explicó que «estos espacios son vitales para construir una comunidad universitaria más unida y solidaria. Las familias no solo brindan acompañamiento, sino que reciben igualmente el cariño y la frescura de nuestros estudiantes».
El Programa Familias Anfitrionas continúa extendiendo su invitación a quienes deseen sumarse a esta labor, ya sea como anfitriones o como voluntarios que apoyen en las diversas actividades.
