El encuentro de iniciación científica en educación física encontró en las instalaciones y la comunidad de la universidad el entorno ideal para germinar nuevas ideas y proyectos.
Celebrar el Encuentro de Iniciación Científica en Educación Física (EICEF) en la Universidad Adventista de Chile dotó al evento de un carácter especial y profundamente formativo. El campus se convirtió en el escenario donde jóvenes investigadores, estudiantes y académicos consolidados compartieron hallazgos, metodologías y preguntas en torno a la educación física y las ciencias del deporte.
Para los académicos de la universidad, ser anfitriones significó una oportunidad para guiar y nutrir el diálogo científico desde una posición cercana. Facilitaron talleres metodológicos, dirigieron discusiones tras las presentaciones y ofrecieron mentoría directa a los noveles investigadores. Sus laboratorios y aulas se abrieron como espacios vivos de demostración, mostrando cómo se construye el conocimiento aplicado en disciplinas como la pedagogía deportiva, la fisiología del ejercicio o la gestión de la actividad física.



Los estudiantes de la Universidad Adventista de Chile, por su parte, fueron protagonistas esenciales. No solo presentaron sus primeros trabajos de investigación con el respaldo de su institución, sino que también asumieron el rol de colegas científicos, recibiendo a visitantes, participando en debates y construyendo redes con pares de otras casas de estudio. Vivir esta experiencia de inmersión académica total en su propio entorno de estudio les proporcionó una confianza y una perspectiva únicas.
Alojar el EICEF reforzó el vínculo natural entre la formación inicial y la investigación. La Universidad Adventista de Chile demostró, a través de la organización y ejecución de este encuentro, su dedicación a cultivar el pensamiento crítico y la curiosidad científica desde las primeras etapas, preparando a sus estudiantes no solo como futuros profesionales, sino también como potenciales contribuyentes al avance disciplinar. El evento dejó claro que la investigación nace y se fortalece en comunidades académicas activas y acogedoras.









