La Universidad Adventista de Chile (UNACH) celebró con éxito su Feria de las Pulgas, un evento que destacó por su compromiso con la sostenibilidad y el fortalecimiento de los lazos comunitarios. Este encuentro permitió a estudiantes, docentes y personal administrativo vender, intercambiar o donar artículos en buen estado, fomentando el reciclaje y el consumo responsable.
Esta actividad, coordinada por la académica Patricia Rodríguez Donaire de la carrera de Agronomía de la Facultad de Ingeniería y Negocios (FAIN), se desarrolló en los patios exteriores, donde se instalaron los puestos para que cada participante pudiese mostrar sus bienes para venderlos o truecar, lográndose entregar al público una variedad de productos.



La feria ofreció un espacio para que los participantes presentaran una variada selección de objetos, desde ropa y accesorios hasta libros y utensilios del hogar, cumpliendo siempre con las normas y valores confesionales de la institución. La actividad no solo buscó reducir el impacto ambiental generado por el consumo excesivo, sino que también promovió la solidaridad y el sentido de pertenencia dentro de la comunidad universitaria.
Cada artículo vendido, intercambiado o donado encontró un nuevo uso, evitando convertirse en desecho y destacando la importancia de la reutilización. Además, el evento se consolidó como un espacio de encuentro para fortalecer relaciones entre los miembros de la universidad, quienes compartieron experiencias y valores en un ambiente de colaboración.



La Feria de las Pulgas no solo cumplió su propósito ambiental, sino que también dejó un impacto positivo en quienes participaron, inspirándolos a reflexionar sobre sus hábitos de consumo y a adoptar prácticas más sostenibles. Este evento demostró cómo la comunidad universitaria puede unirse en torno a iniciativas que benefician tanto al medio ambiente como al bienestar colectivo.



Con un alto nivel de participación y entusiasmo, la feria reafirmó el compromiso de la UNACH con la promoción de valores solidarios y el cuidado del planeta. Los asistentes no solo dieron nueva vida a sus pertenencias, sino que también fortalecieron el espíritu comunitario que caracteriza a la institución.


